El andar de la Plástica Nicaragüense
La pintura en la década de los años noventa (parte1)
—Porfirio García Romano—Managua
La manifestación pictórica es la más reconocida y abundante de las artes plásticas en la Nicaragua de la década de los noventa. A pesar de no poseer movimientos, sino propuestas de personalidades aisladas, la pintura en esta década, goza de una variedad y abundancia de expresiones con diversos orígenes y contextos.
En la pintura de los noventa existe una íntima relación con la persistencia de sus autores de años anteriores, que inmersos en variadas tendencias hacen propuestas de calidad. En segundo lugar la relación de hechos propios o particulares, que por lo general, definen las características de la pintura en esta década una reunión de propuestas, disímiles y diversas, en las que no predomina la pureza del estilo. Entre otras la tendencia realista, expresionistas, abstraccionista, primitivista, indigenista, del realismo mágico y posmoderno.
REALISMO
Entre las temáticas retomadas en los años noventa están las de expresión realista o naturalista, que vuelven sus ojos al paisaje urbano o rural o al bodegón tradicional. En algunos casos de autores de gran trayectoria y persistencia en el tema como Rubén Cuadra, obsesionado por escenas campestres que no excluyen la figura humana. O escenas urbanas de intención romántica que llegan a retratar incluso a León después de la lluvia. Escenas de paisaje y costumbristas que toman como principal tema escenas con casas rurales o semiurbanas son realizado con alto dominio técnico y conocimiento de la pintura académica por Mauricio Rizo “Paisaje y Costumbrismo”.1997 “Contraluces”1998. O bien Oswaldo Cáceres y Pablo Parajón “Enalteciendo el paisaje” 1993, o Salvador Castillo quienes se refieren al tema. Este último recrea los paisajes urbanos de las ciudades de Managua, Granada y León. 1996.
El realismo se aborda también en diferentes géneros píctóricos como ell bodegón sobresalen los trabajos de Federico Nordlan, Mauricio Rizo, Mario Moya, Carmen Vílchez. En el caso de Federico Nordlan destacan las cualidades hiperrealistas de sus obras: “Bolsas y Naranjas”’1995.
EXPRESIONISMO
La continuidad y no el regreso a la tendencia expresionista, bajo los preceptos de la herencia de una pintura que da valor a la expresión interior, sobresalen en la década de los años noventa, pero explicada desde diferentes puntos de vista. Desde las exposiciones individuales de Fernando Saravia en 1992, en Galería Códice; Róger Pérez de la Rocha, “Retrospectiva” (1994); “Homenaje a mi tierra” (1994) de Arnoldo Guillén; “Cantos de Cifar”, (1997) de Carlos Montenegro; Omar de León, ”Retrospectiva”(1998)en el Teatro Nacional Rubén Darío. Destacan también las exposiciones de Omar de León “Misterios de la creación” (1997) en Galería Códice. Noel Flores en conjunto con Julio Vallejos en Galería Códice(1996), así como “Claroscuro”’ de 1996, o “Amor al óleo” “”Paradisso” (1997) de Ernesto Cuadra en galería “Génesis” o Alfonso Jiménez con su “Serie Urbana”(1995), en Epikentro Gallery y María Gallo, su individual de 1995 en Códice y “Sobrevivientes celestiales” (1999) en la Universidad Centroamericana.
El expresionismo es abordado por diversos autores desde ópticas particulares, entre ellas destacan la pintura de Aparicio Arthola “Fantasía de una sociedad”, 1990; Alfredo Caballero: “El tormento de Cristo”, (1990); Bayardo Gámez: “Encuentro ancestral”(1992); Raúl Quintanilla: “Para Ulises nunca fue tan fácil”(1992), Leonel Cerrato “El camino de nuestro pueblo” (1992) Cecilia Rojas Máscaras(1997) y Víctor Canifrú “Niña del cubo de agua”.1997.
ABSTRACCIONISMO
La continuidad del arte abstracto se da en los noventa Importantes contribuciones al arte abstracto semifigurativo realiza Orlando Sobalvarro, cuya obra es resaltada en 1996 con el lanzamiento de un libro sobre su obra, Retrospectiva de Orlando Sobalvarro, Galería códice 1995. Y antes la exposición de Luis Urbina en 1993. La continuidad de la obra semifigurativa pero de corte geométrico de Leoncio Sáenz “ Casas de la Princesa del dólar”. Colección Banco del Café. Y algunos trabajos como “Composición Metálica” de Ilse Ortíz de Manzanares. 1993
Los estilos vinculados de la abstracción tienen en esta década al mismo tiempo que continuidad un resurgimiento. Los certámenes de 1992 y 1994 destacan las obras de alta abstracción de Bayardo Blandino “Memorial” y “Línea Cinco”. O los premios a Rafael Castellón “Eclipse”’1994 y las exposiciones de este en 1999, en Galería “El Aguila”. Así como las propuestas de Raúl Marín en su individual: “Oleos y veladuras”(1996).
Dentro de las tendencias abstractas vinculada al expresionismo abstracto, utilizando métodos del automatismo surrealista, con cierta recuperación de las figuras, aparece la primera exposición individual en 1996de Denis Nuñez. Y la última denominada “Nuevos territorios”1999. .
PRIMITIVISMO
Dentro de las tendencias estilísticas que mantienen su presencia en la presente década hay algunas con energía propia y otras que entran en un proceso de franca decadencia. La pintura primitivista, por ejemplo, desarrollándose en un contexto muy diferente que el que le dio impulso en la década anterior, adquirió n relación a su auge pasado cierto deterioro y decadencia a pesar de seguir siendo una importante corriente con diversas tendencias y regiones dentro del país.
Uno de los factores que incidió plenamente fue la aparición de mucha oferta de poca calidad, de un grupo considerable de personas que en con objetivos puramente comerciales llenaron el mercado con productos de poco mérito. Otra de las razones fue la falta de un contexto propicio, como el que en años anteriores promovió estos productos a lo interno y externo del país.
Sin embargo y de manera particular se impulsaron algunas actividades como la exposición “15 pintoras primitivistas” en Barcelona y en Gerona(1990). O la realización anual de calendarios ilustrados con reproducciones de pintura primitivista, así como la persistencia de algunas que galerías esencialmente ofrecen estas pinturas de esta tendencia como la Galería “Casa de los Tres Mundos” y Galería “Solentiname”.
Entre las exposiciones individuales de este arte destacan las de Patricia Pavón, Indiana Robleto(1992); Celia Lacayo en 1993, y Leyla María Hernández Argüello(1998) en el Teatro Rubén Darío. Gloria Espinoza de Tercero en Tokio, Japón. O la participación de artistas como Manuel García que durante la década mantienen su obra en auge, Carlos Ortíz “Arbol genealógico de Nicaragua” ganador del X Certamen en 1991. Olga Maradiaga “Gigantona” ganadora del 12 Certamen en de este género en 1993. Thelma Gómez, ganadora en 1993 del Certamen Arboles de Nicaragua de galería “Códice”. Y otras expositoras que participan en exposiciones colectivas como Julie Aguirre “Mujer en la ventana”; Esperanza Espinoza “Niños vendiendo leche”; Yelba Ubau “Pájaro solitario”; Hilda Vogl “El chilamate” Mario Marín “Nicaragua es mi linda tierra”, Juan Ramón Falcón “”El estanque “’1992. Abel Vargas “Selva tropical”; Javier y Edmundo Arburola, quienes entre otros en 1990, participan en la exposición “Nicaraguan Contemporany Art”,exposición itineraria en los E.E UU. Con obras de alta calidad.
INDIGENISMO
Dentro de las tendencias particulares que exploran una de las formas hacia el encuentro de una identidad nacional están las propuestas particulares dentro del vínculo a lo indigenista y lo popular.
En este aspecto uno de las exploraciones más intensas es la de Armando mejía quién gana uno de los certámenes de la década con su obra “América Nuestra”1990-1992. Un registro y libre creación con diversas técnicas de las pinturas de petroglifos. También las obsesiones que sobre las figuras precolombinas de tendencia geométrica tiene Julio Quintero quién en 1995 hace su exposición individual “Reencuentros”. La continuidad formal de la apropiación de los dibujos y pinturas de códices de Leoncio Sáenz. Y la realización de algunos pintores que toman del caudal del misterio precolombino para hacer sus propuestas como Javier Sánchez”Ensoñación”’1999, galería “El aguila”1999.
Vinculadas al indigenismo aparecen las propuestas de Guillermo Rivas Navas, “Mercado de frutas”190 que recrean el tiangue o el indígena idealizado en edulcoradas escenas populares. De igual forma las exageradas muchachas de Sergio Velázquez “Muchacha esteliana”. O la participación de escenas del caribe con referencias a una manera de ser de estilística africana en la obra de Augusto Silva “Garzas pescando”1994. O bien las propuestas libres que sobre el mismo tema realiza Donaldo Aguirre, haciendo énfasis en las voluptuosas formas de la mujer del caribe nicaragüense.
Bibliografía:
1.Nicaraguan Contemporany Art. Frosburg State University Art. Washintong.1991.
2.“Naturaleza 94”. Catálogo. Galería Códice. Noviembre .1994.
3.“Naturaleza 95”. Catálogo. Galería Códice. Junio de 1995.
4.Cuadernos de la Plástica Nicaragüense No 1”. Catálogo. Galería Códice. Dic. 1992.
5.Cuadernos de la Plástica Nicaragüense No 2”. Catálogo. Galería Códice. Dic. 1993.
6.Valle Castillo J. y Torres M. D. “”Sobalvarro” Catálogo. Galería Códice. Dic. 1995.
Próxima entrega: La pintura en la década de los años noventa (parte 2)
http://archivo.elnuevodiario.com.ni/1999/marzo/27-marzo-1999/cultural/cultural2.html
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